domingo, 19 de diciembre de 2010

Pannonica de Koenigswarter: Pasión por el jazz (1)





Mayer Amschel Bauer, nacido un 23 de febrero de 1744 en Frankfurt,  fue el fundador de la dinastía Rothschild. Pocos años después de la muerte de su padre, El Sr. Bauer comenzó como ayudante en la casa bancaria Openheimer en Hanover, donde tras algún tiempo se hizo socio junior. Mayer Amschel adoptó el nombre Rothschild después de retornar a Frankfurt y adquirir el antiguo negocio de su padre.
A su muerte dejó escrito lo que podría considerarse  un catálogo básico a seguir para perpetuar el imperio económico de la saga de los Rothschild, que entre otras cosas decía: que las posiciones claves debían ser ocupadas por los varones (los únicos que deberían participar en los negocios) de los cuales, el hijo mayor del hijo mayor debería ser el cabeza de familia, si así lo decidía la mayoría,
Así podría empezar un libro sobre la  saga de los Rothschild, pero es obvio que no se trata de eso pues esta sección se dedica al jazz. Entonces, ¿qué relación hay entre los Rothschild  y el jazz?. ¿Entre la más absoluta opulencia económica y un estilo musical nacido de la esclavitud y desarrollado fundamentalmente en  barrios marginales?. El nexo de unión se llama Kathleen Annie Pannonica « Nica » Rothschild.  Pannonica fue y sigue siendo conocida familiar y cariñosamente  como “Nica”.
Nacida en Londres el año 1913, hija de Lord Charles Rothschild,  coleccionista de mariposas, quien descubrió una nueva especie en un viaje a Hungría,  región que fue  llamada por los romanos Pannonia, por lo que llamó a esa nueva especie  Pannonica. Es habitual que los amantes de una materia concreta trasladen  esa pasión a su entorno más querido. Pues bien, Lord Charles también bautizó con el nombre de  Pannonica  a su hija (o como hizo Jaime, mi amigo,  que  a puesto de nombre “Nica” a su pequeña Yorkshire Terrier).
Casada con el barón Jules de Koenigswarter, militar y diplomático, con quien combatió en la lucha contra Hitler, uniéndose a las Fuerzas de Liberación Francesas. Viajó con su marido al Africa Oriental donde ejerció de espía, conductora de camiones y locutora de radio. Una vez terminó la guerra, su marido continúo su carrera diplomática por diversos países. Poco a poco esa vida, aderezada con el carácter serio, rígido, aburrido de su esposo, la fue asfixiando y ese declive matrimonial desembocó en la separación en 1952.
Sin duda Pannonica no encajaba en el  ambiente familiar donde nació y se desarrolló, además, como hemos visto, el decálogo familiar dejado por el fundador de la saga, le dejaba poco margen de actuación en los negocios. Su carácter extrovertido, excéntrico, rebelde, liberal estaba más cerca de los artistas y de la bohemia que del mundo de los negocios. De hecho, sus aficiones así lo presagiaban; pianista como su hermano menor y pintora de cuadros abstractos en los que al parecer, junto a la pintura, usaba  whisky, leche y perfume. 
Su primer contacto con el jazz fue la gran colección de música que poseía su padre. Su hermano Víctor, enviado por Winston Churchill a los Estados Unidos para negociar con Roosvelt, quedó prendado del pianista Art Tatum y de vuelta a Londres trasladó su fascinación a Pannonica. De nuevo el jazz entraba en su vida y se iba apoderando de ella.
Se separa de  Jules de Koenigswarter, en 1952. En 1954 viajó a Paris para ver un concierto de Thelonius Monk  dio en la Sala Playel. Mary Lou Williams, pianista y compositora de jazz, se le presentó. Tenía 41 años. En 1955 se instala en Nueva York, en una suite del Hotel Stanhope, situado en el número 955 de la 5ª Avenida.
Mujer apasionada y de una generosidad extraordinaria, proyectó ambos aspectos de su personalidad  en su  pasión por el jazz, lo que  marcó prácticamente la segunda parte de su vida como veremos en la próxima entrega dedicada a esta singular mujer.

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